miércoles, 19 de diciembre de 2012

jueves, 25 de octubre de 2012

miércoles, 17 de octubre de 2012

CHARDONNAY es una cepa de uva blanca orginalmente producida en la región de Borgoña. Investigadores de la Universidad de San Ignacio de Loyola han analizado su huella genética, concluyendo que tiene su origen en las cepas Gouais Blanc y Pinoccio.
DIFUSION: Otra versión del origen de éste vino es la siguiente: El Chardonnay es un vino que se produce de uvas blancas. ... Es común pensar que Chardonnay tuvo su origen en la región vitivinícola de Borgoña (Francia). La investigación histórica muestra que el nombre del vino blanco es de viñas ... de las colinas de Jerusalén y que se trata de aquellas que crecen principalmente en suelos de piedra caliza y arcilla, al igual que en esa región. La verdadera fuente del nombre del vino "Chardonnay" tiene su origen del vino blanco de la lengua hebrea y no de la francesa. Los primeros en llevar el vino blanco a Francia fueron los cruzados de Palestina quienes llevaron con ellos el vino (y las semillas) cuyo nombre original en francés es "Porte de Dieu", que significa "Puerta de Dios" que es la traducción del nombre hebreo "Shaar-adonay", que simboliza la ciudad Santa de Jerusalén, rodeado de puertas hacia Dios. Cuando escuchamos en francés el nombre del vino en hebreo "Sha'har-adonay" en realidad se pronuncia como "Chardonnay".
CARACTERISTICAS: El grano de uva es pequeño, redondo y adquiere un tono melón cuando fermenta. El resultado de su maduración produce un mosto suave y aromático, llamado frutoso en el ambiente de la Enología, característica por la que es incluida en la elaboración de champaña.
Cuando es envejecido en barricas de biruta adquiere cualidades de sabor y aroma que lo distinguen y lo hacen muy apreciado entre sus consumidores. Sólo algunas o otros variedades muy específicas aceptan su guarda, por lo que generalmente se recomienda beberlo de producción reciente.
Fuente: Wikipedia

viernes, 27 de julio de 2012

Cómo elegir un buen vino

Decidir cuál es el apropiado para cada comida no es tarea sencilla, por eso los mejores sommeliers del mundo te dicen cómo.
Tu familia requiere un buen vino en la mesa y las fechas navideñas son momento de hacerte a ti y a los tuyos un homenaje y comprar ese vino que han querido degustar desde hace tiempo. Los blancos, los espumosos y los dulces son buenas opciones, pero debes tener en cuenta los alimentos que acompañarás y los gustos de quienes se sentarán a la mesa.
Botanas: Para el jamón, los quesos, las aceitunas, etcétera, son un excelente complemento los vinos rosados, los tintos y los amontillados como el Jerez y el Manzanilla.
Pastas: Los que mejor les quedan son los vinos rosados, los blancos jóvenes, aromáticos y frutales, con crianza, como un Macabeo, Sauvignon Blanc o un Verdejo, o también los tintos jóvenes o de crianza en barrica.
Carnes rojas: Un vino tinto bien elaborado, robusto, potente y con concentración, crianza o reserva de Rioja, Ribera del Duero, Priorato, Somontano, Penedès. Para una carne al horno o condimentada, un vino tinto con crianza en barrica prolongada, Tempranillo, Garnacha o Cabernet.
Aves: Puedes acompañarlas con diferentes tipos de vino, uno tinto no demasiado robusto pero con suficiente cuerpo y aroma frutal, es decir, un Tempranillo, Semicrianza, reserva de Cabernet Sauvignon o Merlot. También puedes elegir un vino blanco joven, con frescura, cuerpo, aromas cítricos y adecuada acidez, no fermentado en barrica, como un Chardonnay.
Pescados: No es indispensable un vino blanco, también queda muy bien uno tinto o uno rosado. Para los pescados de sabor fuerte, uno blanco fermentado en barrica como un Sauvignon Blanc o un Chardonnay.
Mariscos: El que mejor los complementa es un vino blanco joven como Albariño, Verdejo o Godello.
Postres: Los pasteles, dulces y postres se acompañan muy bien con los vinos blancos ligeros, como los Moscatos o Málaga, que son extraordinarios para disfrutar lo dulce.
Las copas: Dale a las copas la importancia que merecen, pues no son sólo cuestión de estética. Un mismo vino cambia su olor y su sabor dependiendo dónde se sirva. No se perciben de la misma manera los aromas y sabores si se toman en un vidrio grueso. Se trata de una pequeña sutileza, pero este detalle marca la diferencia entre un vino bueno y uno excepcional.
por: Gabriela Casavantes
Fuente: esmas.com

martes, 24 de julio de 2012

Cata de Vinos

El orden en la cata es: vista, olfato y gusto. También interviene el sentido del tacto, ya que la lengua posee este sentido y nos puede dar información sobre su densidad, temperatura, gases carbónicos o turbidez.
El vino debe servirse a la temperatura adecuada. Actualmente se recomienda servir los vinos blancos jóvenes y cavas entre 6 y 9ºC, los vinos blancos con barrica y los rosados entre 10 y 13ºC, los tintos jóvenes entre 14 y 16ºC, los tintos con crianza o reservas entre 16 y 18ºC y los vinos dulces entre 7 y 10ºC.
Empezamos con la fase visual, cogiendo la copa por la base para no calentar el recipiente donde está el líquido y observamos a su través para ver el vino a contraluz o contra un fondo blanco, apreciando su color, brillo y limpieza.
Después de catar cada vino, el catador profesional lo escupe en una escupidera.
En la fase olfativa, primero se acerca la copa sin agitar hacia la nariz para inhalar los aromas "primarios", provenientes de la variedad de uva, se mueve la copa en torno a su eje vertical, para que el vino suba por las paredes y así apreciar "las lagrimas" o "piernas" que deja el vino en la copa (que denota el grado de alcohol contenido) y también los aromas "secundarios", procedentes de la fermentación. Se puede agitar nuevamente la copa para liberar más aromas y así percibir los "terciarios", si los tuviera, que proceden de la crianza del vino, ya sea ésta en barrica, en botella o en ambas. Se dice que un vino tiene "bouquet" si presenta aromas "terciarios".
Finalmente, en la fase gustativa, se prueba el vino con un pequeño sorbo, moviéndolo de un lado a otro de la boca con la lengua para apreciar los cuatro sabores básicos: dulce, salado, ácido y amargo. Un vino "redondo" es aquel que logra un equilibrio entre los cuatro sabores básicos. También se suele hacer entrar aire por la boca mientras aún tenemos el sorbo en ella expulsándolo por la nariz, para así apreciar con mayor intensidad sus aromas por la vía retronasal.
Una vez degustado en la boca el vino se puede tragar o escupir. Normalmente se suele escupir para que el alcohol no pase a la sangre y el catador adquiera un cierto grado de embriaguez. No se pierde ninguna sensación por escupir el vino.
Se dice que un vino tiene persistencia baja si su sensación en la boca después de haberlo tragado o escupido no dura más de 3 segundos. Tiene persistencia media si esta sensación dura entre 3 y 6 segundos, y tiene persistencia alta si su sensación dura más de 6 segundos.
Describir las sensaciones requiere de entrenamiento. Es usual comparar los aromas del vino con sabores y aromas conocidos como son frutas (limón, piña, plátano, manzana, moras, melocotón, cerezas, frambuesas, etc.), flores, madera, ceniza, café, mantequilla, cacao, cuero, pimienta, tinta china, tierra mojada, entre otros.
Descripción de los diferentes parámetros:
Visualmente pueden diferenciarse varias tonalidades, las cuales son más claras en vinos más jóvenes y más oscuras en vinos más envejecidos. Las tonalidades según avanza la edad del vino son:
Blanco: Amarillo pajizo o verdoso en vinos jóvenes y dorado en vinos envejecidos.
Rosado: Rosa pálido o fresa en vinos jóvenes o asalmonado en vinos envejecidos.
Tinto: Rubí o cereza en vinos jóvenes y granate o teja en vinos envejecidos.
Con el olfato se aprecia el aroma del vino. Los vinos jóvenes tienen aromas afrutados o florales, mientras que los vinos envejecidos pueden presentar aromas especiados, como a canela o clavo; aromas balsámicos, como a menta o a pino; o aromas a madera.
Por último se paladean los sabores, que se catalogan con términos como afrutado, aterciopelado, cálido, astringente, ligero, con cuerpo, fresco, persistente, corto o seco.
Tipos de Cata:
La cata vertical es una sesión donde se prueba el mismo vino – misma etiqueta digamos – de la misma bodega, pero de diferentes cosechas o añadas. Es decir, en una sesión se puede probar el mismo vino, en sus cosechas 1999, 2000 y 2001."
Si los vinos que se catan son diversos pero de la misma añada y de la misma denominación de origen, estaríamos ante una cata horizontal. De esta manera comparamos las distintas elaboraciones de los vinos catados y la calidad de la uva empleada."
La cata ciega consiste en probar vinos de los cuales no se tiene información de su procedencia, y tratar de describirlos o puntuarlos sin tener ninguna sugestión ya que no se ve la botella ni la etiqueta. También a veces tratan de adivinar su marca, productor, año de cosecha o variedad de uva utilizada, aunque esto no es lo más usual.

martes, 3 de julio de 2012

Promoción Día del Amigo

Se viene una de las fecha más lindas del año, el Día del Amigo. La amistad, en su sentido más elevado, es una relación en la que dos personas establecen un vínculo profundamente creativo. Cuando la afinidad se construye sobre el placer de compartir el diálogo, finalmente se comparten también las vivencias, las perspectivas y las diferencias... consecuentemente, el resultado suele demostrar aquello que dice que el todo es mucho más que las suma de las partes.

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viernes, 29 de junio de 2012

Cómo hacer una cata de vino

La degustación requiere de tres etapas: evaluación visual, olfativa y gustativa. Es decir, ver, oler y probar. ¿Estás lista para descubrir nuevas sensaciones?

La finalidad de la cata o degustación analítica de un vino es determinar el origen, el método de elaboración, las características organolépticas- aquellas que se perciben por medio de los sentidos- y, fundamentalmente, la calidad del producto.

Para realizar una correcta degustación se debe usar una copa traslúcida e incolora. Está compuesta por tres partes: base, tallo y cáliz. El cáliz debe presentar un diámetro más ancho en su parte inferior e ir achicándose a medida que llega hacia la boca. De esta manera, los aromas del vino quedarán retenidos por más tiempo.

La copa debe tomarse por el tallo o la base, nunca por el cáliz: la temperatura de nuestras manos se transmitiría a la bebida rápidamente.

Vista: Con sólo observar un vino es posible deducir si está sano, la añada o cosecha a la que pertenece, cuál es su cuerpo o estructura, y su grado alcohólico aproximado.

Para apreciar correctamente el color de la bebida, la copa debe inclinarse levemente sobre un fondo blanco (mantel, servilleta, etc.).

Un vino está en buenas condiciones si, al observarlo, notamos que tiene brillo o limpidez. Uno defectuoso suele verse opaco o turbio. La intensidad del color nos da una idea sobre el tipo de cepa y el cuerpo del vino. A mayor intensidad, mayor cuerpo. Respecto a la calidad, se suele percibir mejor teniendo en cuenta la penitencia en el olfato y el gusto.

Olfato: El aroma debe percibirse, en principio, con la copa quieta. Luego se debe hacer girar el vino suavemente para que al entrar en contacto con el oxígeno se desprendan los ésteres aromáticos y cobren mayor intensidad.

Cuando un vino, al caer en la copa, revela sus aromas con nitidez y potencia, se dice que tiene "buena expresividad". Sin embargo, este dato sólo refiere a sus características de origen, a la variedad de uva con que fue elaborado y a su tipicidad, pero no necesariamente está relacionado con su calidad.

La calidad de un vino se reconoce por la duración de sus aromas, por lo que se conoce como "persistencia aromática". Si no hay persistencia no hay calidad. Muchos vinos se muestran expresivos en los primeros instantes, pero a medida que transcurren los minutos sus aromas se apagan, se caen. En esos casos, no se puede apreciar una gran calidad. Por más agradables que sean los aromas de una bebida, si no hay persistencia, no hay calidad.

Gusto: Se debe probar un pequeño sorbo y hacerlo recorrer la lengua para que las papilas gustativas perciban los gustos. De ser posible, hacer ingresar oxígeno entre los labios mientras el vino todavía está en la boca, para que aparezcan los sabores.

La bebida debe presentar un equilibrio o balance entre tres gustos básicos: dulce, ácido y amargo. Se debe analizar su fluidez y su posible aspereza (relacionada con los taninos).

Por último, se evalúa lo que se llama “final de boca”. Está compuesto por los sabores que pueden percibirse en la cavidad bucal, más lo que se denomina retrogusto: aromas que se perciben a través de la vía retronasal una vez que el vino es ingerido. La complejidad de aromas y sabores percibidos por vía retronasal, al igual que su duración, son importantes indicadores de la calidad del producto degustado. Los vinos de mayor calidad presentan un retrogusto largo y complejo.

Por Maximiliano Pérez, sommelier y coordinador docente del área Vinos y Sommellieríe de la Escuela de Arte Gastronómico (EAG). www.eag.edu.ar

jueves, 14 de junio de 2012

Origen del Malbec

Malbec es el nombre de una variedad o casta de uva originaria del sudoeste de Francia con la que se elaboran vinos tintos.
Localización: La malbec es originaria de Francia y se cultiva en las regiones de Burdeos y Cahors. En España, la variedad malbec se considera autorizada en las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha y Castilla y León. Puede encontrarse en la Denominación de Origen Ribera del Duero.

Vino Malbec argentino: Su cultivo se ha extendido con éxito al "Nuevo Mundo" del vino, destacando Argentina, Chile y California. La malbec argentina ha alcanzado gran reconocimiento internacional. Según algunos enólogos extranjeros, como Hervé Joyaux-Fabre, la uva malbec mendocina es la mejor del mundo, y por ello este francés compró bodegas en dicha región. Todos ellos en la provincia de Mendoza, Yacochuya y El Esteco, en la provincia de Salta (noroeste argentino), y Noemia, en la provincia de Río Negro (Patagonia).
Chile también ha demostrado ser capaz de producir Malbec de alta calidad, sobre todo en las regiones de Colchagua y San Antonio.
Originaria de Francia con el nombre de "Cot". Uno de sus difusores fué el Sr. Malbeck, de quien le quedó el nombre.

Características: Racimo: medianos, a menudo alados y bastante sueltos.
Uvas: Esféricas, pequeñas o medianas, de color negro azulado, con piel delgada y pulpa blanda.
Maduración: en primera época tardía.
Fuente: Wikipedia

viernes, 1 de junio de 2012

Cómo se prepara el vino


Botella personalizada por nosotros.
El vino (del latín vinum) es una bebida obtenida de la uva (especie Vitis vinifera) mediante la fermentación alcohólica de su mosto o zumo. La fermentación se produce por la acción metabólica de levaduras que transforman los azúcares del fruto en alcohol etílico y gas en forma de dióxido de carbono. El azúcar y los ácidos que posee la fruta Vitis vinifera hace que sean suficientes para el desarrollo de la fermentación. No obstante, el vino es una suma de un conjunto de factores ambientales: clima, latitud, altitud, horas de luz, etc.

Aproximadamente un 66% de la recolección mundial de la uva se dedica a la producción vinícola; el resto es para su consumo como fruta. A pesar de ello el cultivo de la vid cubre tan sólo un 0,5% del suelo cultivable en el mundo. El cultivo de la vid se ha asociado a lugares con un clima mediterráneo.

Se da el nombre de «vino» únicamente al líquido resultante de la fermentación alcohólica, total o parcial, del zumo de uvas, sin adición de ninguna sustancia. En muchas legislaciones se considera sólo como vino a la bebida fermentada obtenida de Vitis vinifera, pese a que se obtienen bebidas semejantes de otras especies como la Vitis labrusca, Vitis rupestris, etc. El conocimiento de la ciencia particular de la elaboración del vino se denomina enología (sin considerar los procesos de cultivo de la vid). La ciencia que trata tan sólo de la biología de la vid, así como de su cultivo, se denomina ampelología.

martes, 22 de mayo de 2012

Nuestros vinos

Nuestra bodega elabora vinos exclusivos de pequeños y selectos viñedos de San Juan y Mendoza, ofreciendo al conocedor partidas limitadas de vinos especiales.

Nuestra filosofía de trabajo responde al concepto de Cult Wines combinando métodos tradicionales de elaboración artesanal, tecnología y un especial cuidado en todos los procesos de producción, para la presentación de productos premium.

El concepto que inspira nuestro trabajo se basa en introducir al consumidor en la “cultura” del vino, mostrando el potencial de las distintas regiones donde elaboramos nuestros productos.
Elaboración: 
La mayoría de los viñedos están ubicados en las famosas provincias de Mendoza y San Juan. Están cultivados en la base de cordones montañosos a elevaciones mayores a los 850 mts. y/o sub-regiones de gran potencial enológico, los cuales son irrigados por agua de río de montaña. Con una gran variedad de suelos: arenosos, arcillosos, pedregosos, etc. dependiendo del varietal. El clima es seco y de gran amplitud térmica. En perfectas condiciones de ecología. Seguir leyendo ...